Las cortinas fotoeléctricas de seguridad ULVT están compuestas por un transmisor de luz y un receptor, cuya distancia y altura determinan el campo de protección. Gracias a su diseño modular. El sistema opera con sincronización entre el emisor y receptor, usando haces de luz infrarroja que se encienden y apagan rápidamente. Los haces paralelos se controlan con microcontroladores para una precisión de 14 mm. Cuando se interrumpe al menos un haz por la presencia de un objeto, el receptor detiene o impide el arranque de la máquina peligrosa. En modo bloqueo de rearme, la máquina solo puede reiniciarse cuando el campo de protección está libre y se pulsa el botón de arranque. Los LED en el receptor indican el estado operativo y alertan sobre errores, apagando la máquina si se detecta algún problema, mostrando el estado del error mediante destellos en los LED del transmisor o receptor.